"Y hubo lagrimas...
Y la almohada se humedecio de ellas..
Te dije que te amaba
Y el silencio no me lleno
Dijiste que te dolia
Y más aún mi herida se abrio
La noche me desamparaba
Y tus labios no alcansaba
Mi boca se secaba
Y mis pupilas aún se ahogaban
Solo quise abrasarte
Y un beso regalarte
Cerre mis ojos un momento
Para poder sentir pasar el tiempo
Entre tus brazos sin lamento
Sin dudas ni tormentos
Mi cuerpo tiritaba
Al tuyo aclamaba
Queria sentirte mia
Y no en esta lejania
Queria dormir a tu lado
No sola y llorando..."
2 comentarios:
eso me acuerdo a algo...DÉJA VU...YTS...nos comprendemos weona!
Te quiero!
animo!
Ojala las lagrimas dejen de caer y todo se arregle pronto!
Un guerrero de la luz sabe que ciertos momentos se repiten.
Con frecuencia se ve ante los mismos problemas y situaciones que ya había afrontado; entonces se deprime, pensando que es incapaz de progresar en la vida, ya que los momentos difíciles reaparecen.
"¡Ya pasé por esto!" -se queja él a su corazón. "Realmente tú ya lo pasaste -responde el corazón- pero nunca lo sobrepasaste".
El guerrero entonces comprende que las experiencias repetidas tienen una única finalidad: "enseñarle lo que no quiere aprender".
Khalil Gibran dice que la alegría es el dolor sin máscara. Y que la fuente de donde viene la risa, muchas veces se llenó con lágrimas.
Y pregunta... ¿no es el laúd que apacigua vuestro espíritu, la misma madera que fue tallada con cuchillos?...
Lindo poema Geka, pero arriba el ánimo.
Saludos.
Ah, y el manual del guerrero es de cohelo.
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