“Cuando mire sus ojos no pude ver nada más, ella estaba allí frente a mi tal como muchas noches lo soñé, la brisa me hacia temblar, más creo que era de nervios, mis manos estaban torpes si apenas podía respirar bien, creo que titubie al decir “hola”,pero ella era perfecta, hermosa como pensé, suave, tierna, su caminar , su presencia todo me hacia decir ella es la correcta. Tuve que esperar un par de minutos su llegada, el cigarrillo mato mi espera, pero aún así estaba nerviosa, pensaba que diría, como actuaría, si la vestimenta era la correcta, mi cabello estaba al viento se pegaba en mi rostro y a veces no podía ver si ella venia o no, por la brisa el polvo se levantaba y tuve que volverme a esperar en otro lado, así los minutos pasaban y mis nervios se hacían más grandes, estaba preparada para eso pero la ansiedad de que llegara pronto me inundaba, mis pies no paraban de moverse y mis pulmones llenos de humo trataban de calmar mi cuerpo, entre todo eso mi celular sonó, era ella su numero en la pantalla me puso más ansiosa aún, su voz al otro lado del teléfono me hizo sonrojar un poco, ya estaba ahí, ya piso mi tierra, mi ciudad, ya podía verla al otro lado de la carretera, en ese momento mi corazón comenzó a saltar, mi pecho lo retenía, mis ojos brillaban y mi cuerpo estaba paralizado, era como una niña mirando a Santa, fascinada con lo que mis ojos apreciaban. Me hubiese quedado así todo un día, observándola caminar hacia mi, con su carita un poco tímida, su voz dominante pero dulce, sus pasos firmes y marcadores, su pelo que brillaba con el sol y sus ojos bellos que me miraron con amor, hicieron un estallido d emociones más en mi corazón. Era el momento, tenia que levantarme y saludarla, mis piernas temblaban aún más, pero eso no impidió que me dejara llevar y todo lo que pensé decir o que pensé hacer se me olvidara y simplemente acercándome a ella posara un beso en sus labios y sin decir ni siquiera “hola” mi cuerpo, mi alma y mis labios le dijeron “Te Amo”…”
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